miércoles, 17 de marzo de 2010

Ministerio P.P.P.de la Educación
C.E.A.D. “Creación Sindical”
Cátedra: Biología
Semestres: 11º- 12
Leishmaniasis
La leishmaniasis es una enfermedad zoonótica causada por diferentes especies de protozoos del género Leishmania. Las manifestaciones clínicas de la enfermedad, van desde úlceras cutáneas que cicatrizan espontáneamente hasta formas fatales en las cuales se presenta inflamación severa del hígado y del bazo. La enfermedad por su naturaleza zoonótica, afecta tanto a perros como humanos. Sin embargo, animales silvestres como zarigüeyas, coatíes y osos hormigueros entre otros, son portadores asintomáticos del parásito, por lo que son considerados como animales reservorios.
El agente se transmite al humano y a los animales a través de la picadura de hembras de los mosquitos chupadores de sangre pertenecientes a los géneros Phlebotomus del viejo mundo y Lutzomyia del nuevo mundo, de la familia Psychodidae. En Colombia este tipo de mosquito es mejor conocido como palomilla.
La forma cutánea de la enfermedad (Leishmaniasis Cutánea) en humanos, también conocida en Perú como uta se caracteriza por la aparición de úlceras cutáneas indoloras en el sitio de la picadura las cuales se pueden curar espontáneamente o permanecer de manera crónica por años. La resolución de la enfermedad puede presentarse después de un tratamiento sitémico consistente en la aplicación intramuscular de fármacos basados en antimonio (antimoniato de meglumina - Glucantime - y estibogluconato de sodio - Pentostam -) durante 20 a 30 dias.
La Leishmaniasis Visceral es la forma clínica que cobra más vidas mundialmente; tal es el caso de India, Sudán y Brasil. Esta presentación puede ser fatal si no se trata a tiempo. Esta presentación clínica se caracteriza por la inflamación del hígado y del bazo acompañada por distensión abdominal severa, pérdida de condición corporal, desnutrición y anemia.
En perros se presenta principalmente la leishmaniasis visceral.
Se ha intentado prevenir la enfermedad con repelentes de insectos aplicados a toldillos en la época de mayor riesgo de contagio con resultados dispares

Leptospirosis
La leptospirosis es la enfermedad zoonótica bacteriana que afecta humanos y animales más común en todo el mundo. Esta enfermedad es causada por varias especies del género Leptospira, un microorganismo con forma de espiral (espiroquetas) que morfológica y fisiológicamente son muy uniformes, pero que serológica y epidemiológicamente son muy diversas. Las ratas son los reservorios primarios, las cuales excretan grandes cantidades de bacterias en la orina, contaminando todo el medio que habitan. Los humanos se infectan por consumo o exposición a las aguas y alimentos contaminados y contraen una enfermedad sistémica, que puede variar desde un simple resfrío, hasta una enfermedad severa, con disfunción hepática y renal.
La leptospirosis es un enfermedad causada por exposición a esta bacteria que se puede encontrar en los climas más cálidos en las aguas dulces que han sido contaminadas por la orina de los animales. Los humanos se infectan por consumo o exposición a las aguas y alimentos contaminados. En general no se transmite de persona a persona.
Las ratas infectadas pueden contaminar las cloacas. Una inmersión parcial o total en aguas o pantanos contaminados puede ser suficiente para permitir la infección. Los lecheros pueden ser salpicados en la cara, causando su infección a través de la conjuntiva ocular.
Algunos de los factores de riesgo son:
• Exposición ocupacional: agricultores, rancheros, trabajadores de los mataderos, cazadores, veterinarios, dueños de tiendas de mascotas, leñadores, plomeros, mineros, personas que trabajan en las alcantarillas, personas que trabajan en lecherias y arrozales, así como el personal de tropa militar.
• Actividades recreativas: nadar en aguas dulces, hacer canotaje, kayaking y ciclomontañismo.
• Exposición en el hogar: perros mascota infectados, ganado doméstico infectado, sistemas de recolección de aguas de lluvia e infestación por roedores infectados.
La bacteria llega a la sangre y después de un período promedio de 1 a 2 semanas, causa una enfermedad sistémica (generalizada), que puede llevar a disfunción (mal funcionamiento) hepática y renal. En el hombre, esta varía desde un simple resfrío hasta una enfermedad severa, que se conoce como Enfermedad de Weil (leptopirosis icterica), es la forma más grave de la enfermedad la cual consiste en un fallo hepático-renal agudo con severas hemorragias, hipotensión y mortalidad de 5 a 10%, siendo sus signos y síntomas continuos y no bifásicos.
En la fase inicial de la enfermedad, las leptospiras invaden todos los órganos del cuerpo, manifestándose con la aparición brusca de escalofríos y fiebre de 39 a 40 grados centígrados, junto con intensos dolores musculares (mialgias) y de cabeza. Los grupos musculares más afectados son característicamente los de la pantorrilla y región lumbar. Los dolores de cabeza son persistentes y generalmente no ceden con los analgésicos comunes. La pérdida de peso, las náuseas y los vómitos son también signos comunes de esta enfermedad.
En los casos graves aparece ictericia, hemorragias, anemia, insuficiencia renal, fiebre continua, alteraciones de la conciencia y compromiso del músculo cardíaco. La leptopirosis sin ictericia casi nunca es mortal y cuando esta aparece la mortalidad es del 5% en menores de 30 años y de 30% en mayores de 60 años.
A pesar de la posibilidad de presentar complicaciones severas, la mayoría de las veces la enfermedad es autolimitada y no fatal. Se considera que solamente un 5-10% de las personas con leptospirosis padecen su forma severa, la cual tiene mal pronóstico. En cerca del 90% de los casos, la infección se resuelve sin mayores consecuencias, pero en los casos severos se puede producir hepatitis, hemorragias, uremia y meningitis. El cuadro clínico depende de alguna manera del tipo particular de Leptospira involucrado.
Tratamiento Se pueden administrar antibióticos a criterio del médico tratante y es de vital importancia mantener una buena hidratación.
Pronóstico El pronóstico es generalmente bueno, aunque los casos complicados que no se tratan oportunamente sí ocasionan la muerte.
Prevención La enfermedad se evita a través de la buena higiene. Para prevenir esta enfermedad se deben evitar las áreas de aguas estancadas, especialmente en los climas tropicales. El uso de botas y guantes cuando se trabaja en condiciones de riesgo son también importantes. El control de roedores y la prevención de contaminación con la orina de animales infectados en áreas en las que viven, trabajan o juegan los humanos, también ayudan a minimizar el riesgo de transmitir esta enfermedad.

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Cátedra: Biología
Semestres: 11º- 12

ALGUNAS ENFERMEDADES GENÉTICAS :
Galactosemia: Condición muy crítica durante la temprana infancia y conduce a retraso mental o a la muerte de la criatura. Se debe a la existencia de un gen anormal que impide que se produzca la digestión del azúcar presente en la leche en los recién nacidos. Si se diagnostica a tiempo, la condición puede tratarse retirando la leche de la dieta del bebé.

Fenilcetonuria: Se debe a un gen anormal incapaz de dirigir la producción de una enzima que interviene en el metabolismo de la fenilalanina. La ausencia de esta enzima causa que el infante sufra de retardo mental y físico. Si la condición es diagnosticada inmediatamente, el infante puede someterse a una dieta baja en fenilalanina hasta los cinco o seis años de edad, lográndose un desarrollo físico y mental normal.

Síndrome de Klinefelter: Son fenotípicamente varones con tres cromosomas en el par 23, que son los cromosomas sexuales (XXY) en lugar de los dos normales (XY), por lo tanto tienen un total de 47 cromosomas. Los adultos que padecen este síndrome desarrollan senos, tienen testículos infantiles y son estériles. Algunos presentan retardo mental.

Síndrome de Turner: Se manifiesta en mujeres. Poseen un solo cromosoma X en el par 23 en lugar de los dos cromosomas XX normales. El total de cromosomas es de 45. Presentan atrofia en los ovarios y no segregan estrógenos. Son mujeres de corta estatura, cuello corto, pelo púbico y axilar escaso, sordera , retraso mental y casi ninguna de ellas tiene período menstrual. El síndrome ocurre con una frecuencia de 0,03%.

Anemia Falciforme: Se debe a un gen anormal que causa la enfermedad que produce la muerte antes de llegar a la adolescencia. La enfermedad se caracteriza por anemia severa debido a la ruptura de los glóbulos rojos, desarrollo físico retardado, dolores musculares, articulares y abdominales; todo lo cual conduce a la muerte prematura. Los individuos llamados “portadores” tienen un gen anormal y otro normal, por ello sufren una forma benigna de la enfermedad. El 40% de los glóbulos rojos de estas personas son anormales mientras que el otro 60% de sus glóbulos rojos son normales. Sin embargo, padecen de una forma leve de anemia por la ruptura de sus glóbulos rojos anormales (40%). La enfermedad debe su nombre al hecho de que los glóbulos rojos anormales toman forma de hoz (cuchillo en forma de media luna) cuando la presión de oxígeno es baja.

Síndrome de Down o Mongolismo: Se debe aparentemente a la trisomía del cromosoma 21.Estos individuos poseen entonces 47 cromosomas. Es fácil de identificar en el recién nacido ya que éste es flácido, quieto y no llora como los bebés normales. Tienen cara redonda, párpado achinado, y huellas digitales, palmares y plantares típicas. Generalmente tienen el quinto dedo curveado y sólo tienen una línea palmar como la de los monos. Demuestran retraso físico y mental. Generalmente este síndrome se presenta en madres que pasan de 35 años. Su incidencia es de uno por cada 600 nacimientos. Los varones son completamente estériles, pero algunas mujeres mongoloides han producido hijos.


Hemofilia, enfermedad hereditaria caracterizada por la incapacidad de la sangre para formar coágulos. Esto produce un exceso de sangrado incluso con lesiones leves. La enfermedad está causada por la ausencia de determinadas proteínas de la sangre, llamadas factores, que participan en el fenómeno de la coagulación. La forma más común, hemofilia A, la padecen un 80% de los hemofílicos, y está originada por un déficit del factor VIII. En la segunda forma más común, la hemofilia B (enfermedad de Christmas), existe un déficit del factor IX. La gravedad de la hemofilia es muy variable. El sangrado puede producirse en forma de hematomas (traumatismos cerrados) o de hemorragias (heridas). Las hemorragias también se producen dentro de las articulaciones y de los músculos, ocasionando graves daños, pues producen degeneración articular a largo plazo. Antes de los tratamientos actuales los pacientes rara vez sobrevivían hasta adultos.
Un 80% de los casos de hemofilia presentan antecedentes familiares; el 20% restante se debe a mutaciones genéticas espontáneas. La herencia es de tipo recesivo ligado al sexo por genes transmitidos por el cromosoma X materno. Por tanto, existe un 50% de probabilidades de que una pareja de hombre sano y mujer portadora tengan un hijo varón enfermo o una hija portadora. De un padre enfermo y una madre sana todas las hijas serán portadoras y todos los hijos varones serán sanos. Los varones no pueden transmitir la enfermedad, y las mujeres portadoras no la padecen. Un caso famoso de transmisión de hemofilia fue el de la reina Victoria de Inglaterra, cuyas hijas transmitieron la enfermedad a las casas reales española y rusa.

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